Sumario
1- Pensamientos para crecer...
2.- Daf Yomi en Español
3- Actividades del Centro Israelita
4- Resumen de la Parashá
5.- DEBAJO DE LA MONTAÑA
6.- “EL SUPERSTAR DEL REGGAE JASÍDICO”
7- Horario de prender la velas
El descaro (azut) no siempre está mal. Pues existe un descaro del "lado de la santidad." De hecho la única manera de ser un verdadero Judío y de servir al Santo, bendito sea, es desarrollando este descaro y obstinación. Cada uno de nosotros debe soportar innumerables subidas y bajadas, reveses y caídas. Es necesario ser obstinados y mantenerse firmes en el lugar y nunca abandonar el servicio, ni por un momento. Y esto se aplica por sobre todas las cosas cuando se hace el viaje a la tierra de Israel, que es la fuente de toda la santidad del Judío. Este es el lugar donde se deben ganar las batallas. Pero sólo lo lograrás mediante la obstinación. La esencia de la gloria y de la alegría que el Santo, bendito sea, siente por Israel yace en la obstinación de cada uno de los Judíos. Una y otra vez el Judío es empujado y hecho caer, pero con obstinación se mantiene en su lugar. Preguntan nuestros Sabios, "¿Por qué fue la Torá entregada al Pueblo Judío? Porque ellos son descarados" (azin) (Beitzá 25b). Este es el fundamento de todo nuestro servicio al Santo, bendito sea. (Leyes de la Bendición Luego de las Comidas 4:12).
Selección extraída del libro "Conforta mi Alma" Breslov Research Institute
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Resumen de la Parashá
Mientras Moshé llevaba a cabo su misión en Egipto, su familia regresó a Midián. Ahora que los b´nei Israel estaben en el desierto, el suegro de Moshé, Itró, llevó a su hija Tzipora y a los hijos de aquél a Refidim. Moshé dio la bienvenida a Itró en forma afectuosa y le contó todo lo que Hashem había hecho por los judíos. Su suegro reconoció totalmente el poder de D-s y Le ofrendó sacrificios. Observando que Moshé estaba sobrecargado de tareas judiciales, Itró le aconsejó que nombrara jueces para ayudarlo y que él se concetrara sólo en los casos más difíciles. Moshé actuó conforme a este sabio consejo e Itró regresó a Midian.
El primer día del tercer mes (Siván) después de su partida de Egipto, los b´nei Israel llegaron al desierto de Sinaí y acamparon frente a la montaña. Moshé se aproximó a ella y oyó la voz del Señor que lo instruía para que recordara al Pueblo cómo El los había liberado de Egipto. Si ellos Le obedecían, se transformarían en "un reino de sacerdotes y una nación santa". Moshé descendió de la montaña y repitió las palabras del Señor a los ancianos y a todo el pueblo. Como una nación unida respondieron todos a una: "Nosotros haremos todo lo que nos ha dicho el Señor". Moshé informó de estas palabras a Hashem y sele comunicó que D-s aparecería en una densa nube y le hablaría delante de toda la congregación de judíos. De esta forma, nunca se dudaría otra vez de Su divina comisión. El pueblo debía prepararse durante tres días para el gran suceso de la aceptación de la Torá. No debían tocar los límites de la montaña so pena de muerte.
Despues de que transcurrieron esos tres días, el seis de Siván, se produjeron truenos y relámpagos, y una densa nube descendió sobre la montaña. Se oyó el llamado de la trompeta y Moshé llevó al pueblo hasta el pie de la montaña. El monte Sinaí estaba envuelto en humo y el Señor convocó a Moshe a la cima. Luego le ordenó que advirtiera al pueblo que no debía contemplar la Manifestación Divina y Moshé cumplió la orden.
Después llegó el momento supremo de la historia del mundo. La voz del Señor fue oída por todo hombre, mujer y niño, mientras formulaba las bases de la conducta moral y religiosa de todos los tiempos:
1 - Yo soy el Señor, tu D-s, que te saqué de la tierra de Egipto...
2 - No tendrás otros dioses delante de Mí...
3 - No pronuncies el nombre del Señor, tu D-s , en vano...
4 - Acuérdate del shabat para santificarlo...
5 - Honra a tu padre y a tu madre...
6 - No matarás
7 - No cometerás adulterio
8 - No robarás
9- No levantarás falso testimonio contra tu prójimo
10- No codiciarás la casa de tu prójimo...
Los judíos estaban atemorizados por todo lo que habían presenciado que se alejaron de la montaña y rogaron a Moshé que les hablara en lugar de Hashem,por temor a morir.
Entonces Moshé se acercó a la densa oscuridad y recibió una serie de leyes. Los primeros cuatro preceptos trataban de aspectos importantes del culto divino: la prohibición de la idolatría, la erección de un altar de tierra para ofrendas de sacrificios, más solo donde Hashem ordenara que se lo construyera con roca no tallada ni modelada con instrumentos de hierro, y la ley que establece que el sacerdote debe ascender al altar por una rampa y no por escalones.
DEBAJO DE LA MONTAÑA
por Rav Daniel Oppenheimer
por Rav Daniel Oppenheimer
El relato de la Revelación Di-vina frente al Monte Sinaí en la lectura de la Torá del sábado, es uno de los momentos sobresalientes en la liturgia de muchas sinagogas. Según algunas tradiciones, el público se pone de pie durante la lectura de los diez mandamientos - no porque esta parte fuese más importante que el resto de la Torá, sino porque repetimos con esa acción la experiencia que se narra en la Torá, en donde todo el pueblo estuvo parado atento a la palabra de D”s.Nuestras sinagogas también poseen (y deben poseer) esa semejanza con aquel único e histórico momento en que los seres humanos (nuestros abuelos) aceptaron y recibieron la Torá que es la esencia de nuestra vida, nuestra razón de ser y debe transformarse en el fundamento ético de cada uno de los actos de nuestra vida. Es por eso que el diseño de la sinagoga tiene el espacio destinado a la lectura de la Torá en el centro y en un nivel más elevado al resto de la sinagoga, y los feligreses ubicados alrededor de ese centro.El relato de las circunstancias en la que sucedió la Revelación está dos veces en la Torá: En Shmot (Cap. 19 y 20) y nuevamente en Dvarim (Cap. 5), cuando Moshé advirtió a la segunda generación, aquella que ingresaría a la tierra de Israel a seguir observando la Torá.Uno de los pasajes que llaman la atención a quien estudia la Torá es aquel que menciona (Shmot 19:17) que el pueblo se paró “abajo de la montaña”. Si bien, se puede entender que el versículo nos indica que estaban al pie de la montaña, y esa debe ser la explicación simple e inmediata, el Talmud (Shabbat 88.), sin embargo, tiene una tradición adicional sobre este pasaje.En las palabras del Talmud, este pasaje me viene a enseñar que “D”s colocó sobre ellos la montaña en forma de olla” (en hebreo sería “kafá aleihem Har keGuiguit”), diciendo al pueblo: “si aceptan la Torá, bien; de otra manera, este será el sitio de vuestra sepultura”.En otras palabras, lo que este Midrash nos está exponiendo, es que hubo un elemento de coerción Di-vina hacia el pueblo en la aceptación de la Torá. De todos modos, el Talmud nos dice a continuación que volvieron a someterse a la Torá en la época de Ajashverosh (el milagro de Purim), unos 1.000 años más tarde - sin aquella sujeción inicial.Más allá de este último consentimiento posterior soberano de la gente, nos llama la atención el modo de expresarse del Talmud, en el sentido que hubiera presión Di-vina que obligara al pueblo de Israel a asumir la ley de la Torá, cuando los propios versículos de la Torá, parecieran indicar lo contrario.Al comenzar el Cap. 19 de Shmot, claramente se expresa el ofrecimiento de D”s al pueblo que lo podía recibir de modo voluntario y espontáneo. Allí D”s propuso a los judíos a “convertirse en un reino de sacerdotes y un pueblo santo”. El pueblo respondió que “todo lo que D”s dijo, es lo que haremos”. ¿A partir de qué instancia el Talmud trae la noción de que hubo obligación de admitir la Torá?Cuando uno analice el detalle del ofrecimiento de D”s, va a encontrar en la introducción de las palabras de D”s al pueblo, un párrafo que se podría haber ahorrado: “Ustedes han visto lo que he hecho con los egipcios, y los transporté a Uds. sobre alas de águila y los traje hacia Mi…” (Shmot 19:4). ¿Por qué era necesario este prólogo, y de qué manera se relaciona con lo que venimos tratando de entender?Aceptar la Torá no es materia fácil. Quienes intentamos observarla, sabemos que es muy exigente. No por nada, los seres humanos se habían negado a recibirla durante los dos milenios anteriores, y muy pocos se sumaron desde aquel momento hasta hoy.Para nosotros es una fuente de orgullo pertenecer a un pueblo que la observa y lo ha hecho aun en las circunstancias más complejas y riesgosas. Pero nosotros ya la recibimos como herencia y tradición de nuestros padres.Aquella primera generación era plenamente conciente del valor de la Torá, pero también del peligro de no observarla correctamente.D”s “ayudó” a esa decisión del pueblo con una frase que tenía dos compromisos: “Ustedes han visto lo que he hecho con los egipcios…”En primer lugar, los israelitas no podían negar la Omnipotencia de D”s, pues - como lo comunica este pasaje - ellos habían presenciado y visto lo sucedido en Egipto, las plagas, la partición del Mar Rojo, etc. No podían negar ni desconocer Quién rige los destinos de este mundo, ni el rumbo al que lleva la maldad (como les sucedió a los egipcios).En segundo lugar, hay en estas palabras una apelación al sentimiento de gratitud que se debe sentir por la bondad que se recibió: “…y los transporté a Uds. sobre alas de águila y los traje hacia Mi…” De haber sido esclavos humillados y abusados, pasaron a convertirse en una nación libre en ruta a una tierra propia, alimentados por pan celestial, y saciados con aguas milagrosas en medio del desierto inhóspito. Ante semejante amabilidad y cortesía: ¿era posible negarse?De acuerdo a esto que acabamos de explicar, la frase de “estar bajo la montaña” cobra un significado revelador: la claridad conceptual y el deber ético de gratitud, representan un vigor de exigencia tan fuerte como si uno estuviese bajo una montaña sin escapatoria. O sea: podían - en teoría - rehusarse a la lúcida verdad de lo percibido personalmente, y ser ingratos, pero no era sensatamente posible. Las palabras de la Torá siguen sonando en nuestros oídos. De pie, frente a la “montaña” en la sinagoga volvemos a escuchar aquel “Naasé veNishmá” (obedeceremos y estudiaremos) de nuestros abuelos. Tampoco hoy es fácil, considerando que las presiones sociales del entorno frecuentemente entorpecen el cuidado minucioso de las Mitzvot.En aquellos momentos, la “ayuda” Di-vina se encuentra en la comparación de la situación en la que los abuelos recibieron la Torá. Es verdad que optaron, pero optaron por algo que intelectualmente y moralmente debían optar.Y nosotros también.
“EL SUPERSTAR DEL REGGAE JASÍDICO”
Una nueva era requiere de una nueva voz, una que diga la verdad, que hable del corazón, y tenga la magia para atraer a las masas. Si usted no ha oído hablar de Matisyahu, es tiempo de hacerlo.
Esta estrella del “reggae Jasídico” de veinticinco años, Matisyahu, surge como una importante nueva voz en la escena judía. Actuando con todo el atuendo Jasídico- sombrero, traje negro, y el tzitzit al viento- Matisyahu lleva su Judaísmo en su manga, y en lugar de apagar al público con ello, ha demostrado que lo enciende. Su música, una combinación única de profunda poesía espiritual y un salvaje beat reggae, atrae a públicos de todas las edades y trasfondos religiosos. Exponiendo su legitimidad con repetidas actuaciones en la televisión nacional, largas crónicas en la mayoría de los periódicos más prestigiosos del mundo, colaboraciones musicales con algunos de los nombres más grandes, innumerables actuaciones en vivo con llenos totales, y un cachét que está subiendo a decenas de miles de dólares, obtendremos los ingredientes de un bona fide, súper-estrella del reggae Jasídico.
EL PRINCIPIO
Empecé mis actuaciones como “Matisyahu” hace aproximadamente dos años. Había comenzado a observar los preceptos recientemente y estaba en la Ieshivá, cuando recibí la propuesta inicial de actuar. Le pregunté a un reconocido rabino de Crown Heights, y él me dio permiso.
La primera vez que mi rabino me oyó cantar, recuerdo haciendo lo que hago, con mis ojos cerrados, no porque estaba visualizando la música, sino porque tenía mucho miedo de ver cual iba a ser su reacción. Cuando al final abrí mis ojos, el Rabino Goldberg tenía un brillo en sus ojos que decía: “¡Ah, Matisyahu!” Había visto que yo no era sólo un chico de la Ieshivá que quería ir a un club a cantar sino que entendió que tengo algún tipo de talento.
EL NOMBRE
Mi nombre secular es Matthew Paul Miller. Mis padres me hicieron el brit milá (circuncisión) y me dieron un nombre judío pero se olvidaron de cuál era. En la escuela hebrea improvisaron con Matisyahu porque mi nombre era Matthew. Mucho después, mis padres encontraron el certificado original del Brit. Consulté a un rabino: “¿Cuál es mi nombre hebreo? Mis padres encontraron mi certificado de Brit Milá, y el nombre que figura allí es Feivish Hershel. Me he llamado Matisyahu durante los últimos años; He sido llamado a la Torá como Matisyahu.”
El Rabino dijo: “Todos te conocen como Matisyahu, así que tu nombre es Matisyahu.”
ENCONTRANDO LA FILOSOFÍA JASÍDICA -EL ALMA DE SU MÚSICA
Encontré a algunos jasidim de Jabad, y empecé a estudiar filosofía Jasídica, y mucho de ello me sonaba verdadero- las ideas sobre Di-s y el alma. También me conecté a la idea del pensamiento Jasídico que dice que para conseguir salir fuera de uno, se tiene que hacer algo que no necesariamente sea cómodo; pero una vez que se salta fuera de la zona de comodidad y se prueba algo más, entonces se puede tomar una decisión más honesta. Es como tener tu propia manera de ver, y para poder ver diferente, debes probar algo más, y entonces crece en ti.
SOBRE PARECER “JUDÍO”
La primera vez que vestí un yarmulke (kipá- solideo) en público, sentí uno de las más grandes emociones. Sentí por la primera vez que estaba llevando mi propia ropa; Me sentía como si estuviera representando algo verdadero. ¡Se sentía tan bien! Al otro día compré los tzitzit, y dos días después de eso, ya no me afeité.
Lo que noté a partir de mi teshuvá fue un gran sentimiento de respeto que recibí de la gente. No estoy intentando ser algo que no soy. Siendo religioso y viviendo por como un Judío- no estoy perdido y asimilado en la cultura. Siento que muchas veces la gente respeta esto.
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