domingo, marzo 11, 2007

Parashá VAERA


Sumario

1- LA FRASE DE LA SEMANA
2- Pensamientos para crecer...
3- Extracto de la clase de Guemara
4- Extracto de la clase de Kabbalah
5- Extracto de la clase de Shuljan Aruj
6- La luna nueva de Shevat / Acuario
7- Resumen de la Parashá
8.- Mensajes para la Vida
9.- ¿A quien se parece?
10- Horario de prender la velas



Jodesh Shevat / Acuario Desde el 20 de Enero Jodesh Tov umeboraj!


LA FRASE DE LA SEMANA


Las aguas simbolizan la frialdad; la sangre representa la calidez y la energía. La primer plaga que Di-s envió a Egipto fue la de convertir las aguas en sangre. Para enseñarnos que cuando la persona desea salir de Mitzraim’ (Egipto) - de las limitaciones (meitzarim) de su cuerpo y de sus instintos- primero debe convertir el agua, la frialdad, en sangre- calidez y fervor sagrados. (Likutei Sijot)


Pensamientos para crecer...conciencia...


Según el programa de la Torá, el sentido de la vida es conocer a Di-s, es decir, ser constantemente consciente de Su presencia. El conocimiento de Di-s y no el de nosotros mismos, es lo que debe llenar nuestra conciencia.
Sin embargo, para conocer a Di-s, debemos ante todo conocernos a nosotros mismos. Siendo que es imposible que el alma humana, que es finita, conozca directamente al Di-s infinito, sólo podemos llegar a conocer a Di-s en forma indirecta, percibiendo la divinidad en nosotros mismos. Habiendo sido creados "en la imagen de Di-s", nosotros mismos somos el espejo a través del cual podemos aprehender a Di-s, como está escrito: "En mi carne he de ver a Di-s".
Nuestra labor, por lo tanto, es desenterrar la divinidad oculta dentro de nosotros. Aunque esto puede no ser sencillo, una vez que nos conectamos con la dimensión divina dentro de nosotros, somos capaces de ver la Divinidad inherente a toda la creación y sentir exactamente cuál es nuestro papel en el gran plan.
Selección extraída del libro "Psicología y Kabalá" Escrito por el Rab Itzjak Guinzburgh Editorial Obelisco


Extracto de la clase de Guemara en Centro Israelita (Lunes 8:00pm)

….. Enseno Rabi. Jama hijo de Janina en nombre de Rabi itzjak: Todo el que orienta su cama entre el norte y el Sur tendra hijos varones, tal como esta dicho: “ Pero en cuanto a tus atesorados llena sus vientres, que sean colmados de hijo” ( Salmo 17:14): La palabra hebrea <>, atesorados, comparte raíz con la palabra <> Tratado de Brajot Pag. 5B.

Extracto de la clase de Kabbalah en Skype (Miercoles 8:00pm)


La sabiduría de la Cabalá nos enseña un método práctico para alcanzar el Mundo Superior y la fuente de nuestra existencia. Al darse cuenta de su verdadero propósito en la vida, el hombre alcanza la perfección, la tranquilidad, el disfrute ilimitado, y la habilidad de trascender el tiempo y espacio, mientras aún vive en este mundo.


Extracto de la clase de Shuljan Aruj (Sabado 2:00pm)


La Costumbre de dar Tzedaká (caridad , limosna o dádiva) antes de comenzar la Tefilá
El Mejaber , nos transmite que lo recomendable es dar la Tzedaká (caridad , o dádiva) , antes de recitar el Shemoné Esré . Esto se basa en la Guemará del tratado de Bava Batra , donde se menciona que Rabí Eleazar , primero daba una moneda a un hombre pobre , y luego procedía a recitar el Shemoné Esré , de acuerdo a lo estipulado en el versículo - Pasúk - "Ani betzédek ejezé paneja " (Y yo , en la Justicia contemplaré Tu rostro) .Según las escrituras del Ari zt" l , el momento apropiado para dar la Tzedaká (caridad , o dádiva) , es durante los "Pesuké DeZimrá "(Cánticos o salmos canturreados) , en el medio de la sección que comienza con "Vaivaréj David "(y David Bendijo...) .
Y allí , en el preciso lugar donde dice " Ve haosher ve hakavod milfanéja ve Atá Moshél bakol ..." (y la abundancia y el honor… ante TI , y Tú Todo lo Controlas ) ; se debe poner el dinero en la alcancía o caja destinada a la caridad .
La Mishná Berurá menciona , que existe una costumbre en algunas sinagogas , de dar vueltas en el recinto de la Sinagoga , durante la Keriat HaTorá (la lectura de la porción de Torá , que se hace directamente del rollo) .
No obstante , esto puede ser claramente un estorbo al tzibúr (Público) , que está escuchando la lectura . Por lo tanto , si existe tal costumbre , debe ser eliminada



La luna nueva de Shevat / Acuario
Extraído de El Calendario Cabalístico de Ben Itzjak. Editorial Edaf Por Ruth Shira


El sabio pensador Eliahu Dessler describe el ciclo del año como un tren que marcha en un viaje circular. Las estaciones son las mismas cada año y, una vez que llegamos allí, el clima que se vive en ellas es absolutamente particular. El tren, en su recorrido a través del ciclo del año, atraviesa y se detiene en 12 estaciones: los meses. Doce personalidades, doce nombres, doce esencias.

En esta ocasión descenderemos a Shevat por la puerta de la Festividad: el Año Nuevo de los árboles.
Los sabios de Israel, en la Mishná, nos enseñan que en el mes de shevat se celebra el Año nuevo de los árboles, el cual determina la separación de los frutos nacidos en un año de los frutos del año siguiente.

Aunque en realidad no se llega a un total acuerdo en referencia a la fecha exacta del Año Nuevo de los árboles, encontramos dos posturas muy claramente definidas: una escuela de sabios opina que se debe celebrar el primero del mes, mientras que otra mantiene que la fecha adecuada es el día quince, momento en el que la luna alcanza su estado de plenitud.

Lo que no cabe duda es que la esencia del mes se relaciona íntimamente con los árboles.

El primer hombre, Adán, el único ser creado directamente por las manos de D-os, el mismo que comienza a cargar sobre sus hombros la misteriosa e insondable "imagen y semejanza" divinas, en su estado ideal de perfección es colocado en el Paraíso, mas aun, el Paraíso es creado para el. Un hombre "ideal" en un lugar "ideal".

"El Eterno D-os planto un jardín en el Edén, hacia el este, y allí coloco al hombre que había formado. Y el Eterno D-os hizo que brotaran de la tierra todos los árboles que eran agradables a la vista y buenos como alimento."

De haberse apegado a su misión y de haberse mantenido fiel a su origen espiritual, Adán podría haber habitado ese lugar por toda la eternidad. No extraña, entonces, que cuando el hombre peca - también a través de un árbol - es expulsado del lugar perfecto, del sitio original, del Paraíso. En pocas palabras: es alejado y desconectado de los árboles.

Sobra aclarar que el mundo de Adán era muy diferente al nuestro. El poseía la conciencia permanente de que la material marchaba tras el espíritu, y que este debía ser el orden y el parámetro de sus acciones. Para Adán no hubiese resultado una sorpresa que el cuerpo enferma debido a una dolencia espiritual, ni que somatizara los distintos estados de animo.

De acuerdo con los sabios místicos, él cultivaba y plantaba sin necesidad de herramientas: lo había colocado en el jardín del Edén y en su vida cotidiana era conciente de que su labor de cultivo era a través de actos espirituales: el cumplimiento de los preceptos positivos; y lo guardaba - nuevamente gracias a acciones espirituales - al evitar incumplir los preceptos negativos.

El "hombre perfecto", la "criatura ideal" habitaba entre los árboles, comía y se nutria de sus frutos y estaba en paz.

El Talmud relata que cuando Adán fue castigado tras desviarse de su camino y escucho de la boca del Creador que a partir de ese momento debería comer "de la hierba del campo", quedo atónito, lloro y exclamo: "Acaso desde ahora yo y mi burro comeremos del mismo plato?"

El mensaje de sabiduría es claro: la hierba del campo es esencialmente alimento de animales.
Los hombres se nutren de los frutos de los árboles, los animales de la hierba del campo.

Para comprender mejor la diferencia entre las hierbas y los árboles es conveniente acercarnos a la simbología mística representada por la luna.

La concepción lunar

Las dos grandes luminarias, el sol y la luna, no solo arrojan luz sobre el mundo que nos rodea sino que representan dos sistemas de captación de la realidad. Y no olvidemos que al fin y al cabo vivimos de acuerdo con nuestra concepción propia de la vida. Incluso la falta de un sistema organizado y la improvisación también responden a una forma de vivir, a una idea, a una cosmovisión carente de un sentido último.

La luna simboliza la renovación permanente. Nace a comienzos del mes, crece lentamente, alcanza su plenitud al llegar al día quince y, lentamente, con el paso de los días se desdibuja en las alturas hasta terminar desapareciendo por completo. La luna es experta en el arte de renacer. Permanentemente esta viniendo del "no ser", del "no estar", de la nada.

Los sabios relacionan el proceso lunar con la siembra y la cosecha; tal proceso natural no alude a una simple dinámica biológica de evolución, de expansión de lo ya existente -la semilla- sino a una dinámica de clara renovación. Significa: la semilla no ´evoluciona" en planta sino que, tras descomponerse en las profundidades de la tierra, tras volverse "nada", entonces genera "algo nuevo", un brote.

La nueva planta, tal como la luna, "nace" a partir de la nada.
El acto de nacer marca el límite entre lo inexistente y lo existente, entre la nada y el ser.

El hombre y los frutos

Tal vez aquí podamos hallar la diferencia esencial entre la simbología mística del árbol y la de la hierba.

La hierba que acabamos de comer, la verdura servida en nuestro plato, es lo que ha crecido a partir de un algo existente. De un brote minúsculo que un día plantamos en surco ha evolucionado una planta.
Luego, tras comer la planta, nada queda. Hemos comido lo principal, ingerimos la expresión de su carácter evolutivo.

Por el contrario, cuando comemos los frutos del árbol, no ingerimos su tronco, sino que nos alimentamos en realidad de lo totalmente nuevo, ya que el árbol mismo continua intacto y en pie.

El fruto representa lo absolutamente nuevo que surge a partir del árbol que permanece integro.

Ya no resulta tan extraño que el Talmud enseñe que el trigo, del cual proviene el pan y constituye el principal alimento del hombre, crecía en forma de árbol antes de que Adán cometiera su transgresión. Tampoco es menos significativo que al probar precisamente de este árbol -el trigo- comenzara la caída de la humanidad.

Existe una relación esencial entre el hombre y su comida: de la comida se nutre y toma vitalidad. Soy lo que como, mi vida es reflejo de mi alimento.
Cuando la vida del hombre se basa en una concepción evolutiva, entonces su comida natural es la hierba. Cuando la vida del hombre se apoya en la renovación permanente, entonces su sustento natural es el fruto de los árboles.

Del hombre se exige una renovación permanente. El mandato esencial es que no viva creciendo o evolucionando movido por la inercia natural, sino que ahora y en cada instante vuelva a decidir y a re - crearse nuevamente.
Sólo aquel que es capaz de renovarse por complete puede quitarse de sus hombros los errores y pecados del pasado. Ahora sus "manchas" ya no le pertenecen ya que esencialmente se ha convertido en una persona nueva. Sólo el hombre es capaz de enderezar sus actos ya que es la única criatura divina capaz de re - crearse.

De acuerdo con la concepción de renovación permanente, el hoy es nada más -y nada menos- que la tierra fértil del mañana. La cual producirá frutos nuevos, variados, plenamente renovados.

De acuerdo con la tradición, el quinto libro bíblico, el Deuteronomio, fue pronunciado por el mismo Moisés durante el mes de Shevat. Es sabido que Moisés tenía dificultades para hablar, sin embargo, logra superar su dificultad y pronunciar Sabiduría pura precisamente durante este mes. Y el texto bíblico marca y enfatiza esa fecha.

La Torá en muchos textos místicos, es comparada con un árbol de vida. Moisés, mas que nadie, logra probar y saborear los frutos del árbol. Y entonces el también logra dar sus propios frutos. Bajo la influencia del mes de Shevat.



Resumen de la Parashá


La segunda porción del libro Shemot parte con la promesa de D’s de mostrar su poder y su misericordia, por la que liberará al pueblo desde Egipto para llevarlo a la tierra prometida a los patriarcas. Moshé recibe la misión de ser el emisario y el líder de la salida de Egipto, junto con su hermano Aarón. La Torá luego explica la genealogía de Moshé y Aarón. La tercera parte de nuestra lectura de esta semana se refiere a las primeras siete plagas enviadas por D’s sobre el Faraón y los egipcios: sangre, sapos, piojos, fieras salvajes, mortandad de los animales, sarna y granizo.



Mensajes para la Vida


Shivim panim la Torá... "Como un martillo que golpea una piedra y la rompe en muchos pedazos, y cada uno conserva la esencia de la original con sus propios matices" (Rashi)

Así es la interpretación de la Torá...


La lectura de esta semana parte en algunos versículos del tema de la parshá anterior, cuando Moisés ve que las cosas andan de mal en peor: los sufrimientos del pueblo son aumentados por el Faraón (al condenarlos a hacer ladrillos pero sin proveerles materia prima), y a la vez, el pueblo desconfía de Moisés como líder liberador. Moisés realiza dos preguntas retóricas a D’s: "¿Por qué hiciste mal a este pueblo?" (Shemot 05:22), y luego, "¿Para qué me enviaste?". Y aún más: "Desde que me presenté al faraón para hablarle en Tu nombre, empeoró (la situación de) este pueblo y no lo liberaste." (05:23).


La respuesta de D’s, que da inicio a nuestra lectura de esta semana, es tajante: "Yo soy el Eterno". Esta afirmación se repite varias veces, y enfatiza no sólo el poder de D’s, sino su capacidad de ser el Único "que dice y hace, promete y cumple". Y el Único que realmente ve el gran cuadro de la Historia. D’s tiene la gran fotografía en mente, mientras que Moisés le reprocha los detalles más inmediatos a su existencia. Es la impaciencia del hombre que no soporta la injusticia, y la serenidad del Creador que está preparando la acción por venir.


En su respuesta, destinada a fortalecer la decaída moral de Moisés y del pueblo, D’s reitera la promesa hecha a los antepasados de Moisés: la herencia de la tierra y la herencia de la continuidad del mensaje monoteísta. Se revela como Goel, como Redentor y Salvador de su pueblo, que actuará con brazo extendido y con grandes señales para liberarlos de los sufrimientos que padecen en Egipto.


Pero más importante, D’s se revela como "Adon-i", con la faceta de Misericordia divina. Por eso dice que ha escuchado los lamentos del pueblo, y que ha recordado el pacto establecido con Abraham, Isaac y Jacob. Curiosamente, D´s señala que con este nombre no fue conocido por los patriarcas. En realidad, sí lo fue. Lo que Rashi y otros comentaristas enseñan es que no había hecho evidente este aspecto ante ellos, y que ahora llega el momento en que puede mostrarse a su pueblo para concretar verdaderamente el pacto de la Tierra y de la Herencia Espiritual. D’s pasa a ser un agente activo en la vida de los hijos de Israel.


Y agrega: "Por lo tanto, diles a los hijos de Israel: Yo soy el Eterno y os liberaré de los trabajos forzados en Egipto y os salvaré de la servidumbre con brazo tendido y con grandes castigos (a los culpables". (Exodo 6:6) Esto suena más bien al despliegue del D’s Todopoderoso, al D’s Justiciero. Pero la clave está en la frase siguiente: "Y os consideraré pueblo Mío y seré vuestro D’s, y sabréis que Yo soy el Eterno vuestro D’s al redimiros de los trabajos forzados en Egipto". (Éxodo 05:07) La liberación no tiene el sentido de mostrar la Grandeza de D’s, sino la posibilidad de establecer un pacto entre dos partes que se reconocen mutuamente como dignas de confianza.


El rabino Reuven Bulka hace un comentario respecto de este punto. Señala que al parecer el plan divino contemplaba un periodo de esclavitud antes de que el pueblo pudiera radicarse en la tierra de Canaán, ya que Eretz Israel sólo podía ser concedida a quien puede valorar lo que se logra con esfuerzo, y eso no hubiese ocurrido si D’s les concedía la tierra como un regalo a partir de la nada. Este pensamiento puede dar pie a pensar que el sufrimiento es bueno y necesario; lo que puede llevar a excesos que nada tiene que ver con el espíritu del judaísmo.
O bien podemos pensar, al revés, que el requisito era dejar de ser esclavos, lo cual nos deja varias enseñanzas para nuestras vidas hoy.


Más que una oportunidad de poder demostrar aquello de lo que D’s es capaz, el Éxodo es el medio para poder sellar definitivamente el pacto que requiere de dos partes conscientes de sus actos. No se trata de someter ciegamente al pueblo, ni de que el pueblo tenga libertad sin deberes ni límites. En primer lugar, no puede haber pacto si el pueblo es esclavo. Por eso recordamos el Éxodo en el Kidush de Shabat: un esclavo no puede decidir cuándo y cómo descansar, y si no descansa, no tiene espacio para pensar y saberse humano. Así, la libertad es una condición sine qua non para poder tener un diálogo con D’s y ser Su pueblo.
Esto lo recordamos varias veces al día en el último párrafo del Shemá, en que dice: "Yo soy el Eterno que os sacó de Egipto para ser vuestro D’s". Y también se recuerda en el Seder que "D’s hizo esto a mí hoy en Egipto". Por eso, más que leer el relato del Éxodo como la "historia de anécdotas de la familia", es un poderoso ejemplo de Vida, con mayúscula, y uno de los rasgos que distinguen al judaísmo de otros credos. D’s no nos quiere esclavos ni sumisos. Más bien nos quiere dignos y autoconscientes, para poder ser verdaderos socios en su creación.
Ahora se nos presenta el desafío:


¿Qué hacemos con nuestras vidas para poder ser la contrapartida del pacto?
¿Nos sometemos a las esclavitudes de la vida actual en occidente, o dejamos que D’s se revele como nuestro Goel?
¿Imitamos al D’s Justiciero, o intentamos seguir el modelo del D’s Compasivo?
¿Jugamos a ser los Todopoderosos, o dejamos espacio en nuestras vidas para que D’s pueda decir "Yo soy el Eterno"?.
(Basado en comentarios del rabino Reuven Bulka, del rabino Hertz y de Nehama Leibowitz)


Por Irving Breitowicz. Extraido de jabad magazine


El concepto de hacer a los niños a nuestra imagen -sea clonado o través de la ingeniería genética- es una nueva y perturbadora manera de ver la vida humana. Primero, hace pensar que cierto tipo de vidas son más valiosas / cuidadas / preferidas que otras y esto representa una filosofía que el deslegitima el valor incondicional e infinito de toda la vida humana. Los judíos que perdieron seis millones de hermanos precisamente debido a semejante filosofía de deslegitimación, deben ser especialmente cautos en adaptarlo.
Segundo, el nuevo mundo de los diseñadores de bebés representa una cruda determinación materialista, que ve el organismo humano como un artículo fabricado fuera de “la mezcla y coincidencia” de partes compuestas, y factores fuera del alma y la libre opción de la ecuación. Usted “obtiene” un niño perfecto construyendo las sucesiones de ADN apropiadas. El sobreénfasis, más bien obsesión, con la genética niega la singularidad y exclusividad del alma Divina, reduciendo la humanidad al total de la suma de su composición bioquímica. De hecho, mientras el Proyecto de Genoma Humano continúa trazando el mapa y sucesión de la estructura genética de todo el organismo humano, se ha planteado la pregunta si existe algo llamado libre albedrío o responsabilidad moral, ya que todo lo que somos y todo lo que hacemos ya está grabado previamente en nuestro código genético. Y esa es precisamente la única capacidad del hombre de no ser una criatura de tosco instinto que es el sello del Judaísmo. La biología no es destino y el hombre es mucho más que la formación de su ADN.
Tercero, ¿estamos interfiriendo o estamos sesgando artificialmente el rango de diversidad genética que es parte del plan de Di-s? ¿Estamos generando drásticas e imprevistas consecuencias que quizás no pueden preverse? Cuando Rey Jizkia se negó a tener hijos porque profetizó (y correctamente) que su hijo sería malo, fue reprendido por el Profeta Iehsaiahu: “¿Quién eres para entrometerte en los secretos de Di-s?” ¿Hay áreas dónde debemos conceder nuestra ignorancia y perspectiva limitada? Incluso desde un punto de vista científico, hemos llegado a comprender que la matriz de la vida se entreteje y se interrelaciona tanto, que un cambio aparentemente menor en un área puede tener enormes repercusiones en otro. Así que no cuestionamos el imperativo moral para curar una enfermedad, pero hay más allá de ese punto, algunas interferencias con un modelo Divino que no deben ser respaldadas.
Finalmente, ¿cómo impactan estas tecnologías en nuestra estructura familiar- el vehículo primario a través del que la Divinidad entra en el mundo? El advenimiento de tecnologías reproductivas ha producido incompatibilidad entre la creación de la vida y la relación amorosa de un marido y su esposa. El Judaísmo enseña que en cada vida hay tres socios: el padre, la madre y Di-s. Pero en la reproducción asistida, uno de los socios humanos puede estar faltando. Considere a una mujer que es inseminada de un banco de esperma anónimo o el uso extendido de óvulos donados. Clonando, uno no necesita de la parte masculina en absoluto.
En la teoría, una mujer podría tomar el ADN de su uña, hacerlo insertar en uno de sus óvulos en que el núcleo ha sido retirado, luego lo trasplantan a su útero, y en nueve meses dará a luz a una copia genética de ella, para la que es ambos: “padre” y madre. Si es de hecho verdad que la unión de dos humanos trae a un tercero, ¿cuál es el impacto en la santidad del alma, la porción de Di-s, cuándo esos compañeros están ausentes o no existen en una relación santificada?
También debe notarse que la participación de terceras partes en el proceso reproductivo- sea a través del esperma, óvulos, o gestación sustituta- no sólo genera problemas Halájicos (ley judía) difíciles como mamzerut (incesto), linaje, y gueirut- sino lleva en sí mismo un impacto negativo en la relación del marido y su esposa, la relación del padre con el hijo (¿qué padres?).Y en el propio sentido de identidad y familia del niño. Y si, como se dijo antes, los genes acoplados habilitarán e incitarán la creación de un esperma y un óvulo de fuentes múltiples, la confusión de linaje se aumentará enormemente.
El Zohar enseña que comenzando el sexto siglo del sexto milenio (aproximadamente 1840 e.c.), habrá una explosión de sabiduría que abarcará el mundo y, como nos acercamos a la última redención, la llegada de esos descubrimientos sólo la acelerará. Como todos los regalos Divinos, estas sabidurías pueden usarse para fines positivos y metas constructivas. De hecho, el traer almas al mundo es un factor que acelera la llegada del Mashiaj. Pero cuando se aplica arrogante e indiscriminadamente, sin la subordinación a la Voluntad Divina, esta “sabiduría” potencialmente tan beneficiosa, se vuelve a la larga en una fuente de destrucción y miseria.

1 comentario:

Unknown dijo...

EXELENTE MATERIAL DE LA SABIDURIA ETERNA