sábado, diciembre 16, 2006

Parashá VAIESHEV

Sumario

1- La Frase de la Semana
2- Pensamiento para Crecer
3- Janucáh Saméaj - bendición y fuentes de alegría
4- Resumen de la Parashá VAIESHEV
5- Vaieishév-Januká «El momento de las almas»

LA FRASE DE LA SEMANA

Los judíos sirvieron a Di-s en Janucá en el nivel que supera todas las barreras, el que se logra a través de mesirut nefesh (entrega total). Debido a ello, desde el Cielo les mostraron un afecto especial. Pues aunque está permitido, de acuerdo a la Halajá, encender las velas de la Menorá con aceite impuro (Ya que la impureza se relega para realizar una ofrenda pública; además un líquido del Beit Hamikdash no se impurifica) Y por eso encontraron milagrosamente una vasija de aceite puro. (Igrot Kodesh)


Pensamientos para crecer...nuestro templo …


"...Al entrar al Santuario....hallaron sólo una vasija de aceite que no había sido impurificado.."
Muchas veces todo a nuestro alrededor parece caótico, desolador, el mundo se desmorona, estamos en crisis, y no sabemos por donde comenzar a reconstruir nuestras vidas... el mensaje interior de Janucá resulta entonces muy alentador, especialmente en estos tiempos.:....'siempre hay una vasija de aceite puro' ...siempre hay un punto intacto en nuestro interior, que sobrevive a los vaivenes del mundo externo, a las modas y antimodas, que permanece oculto, hundido debajo de los escombros, imperceptible, ...hasta para nosotros mismos, y al cual debemos retornar cuando todo parece perdido, "impurificado",para desde allí encender nuestra propia luz, luz verdadera,Ese es el punto sano, el aceite puro que ilumina el Templo, nuestro Templo.Encontrar el punto intacto, la vasija de aceite que no ha sido impurificada, es la tarea que nos corresponde en este tiempo. Y, cuando no podemos hallarla solos, debemos pedir ayuda, a D-os a través de la plegaria, a un buen amigo, un familiar, un consejero, o a un Rab...No solo estaremos recibiendo ayuda, sino que habremos dado a otro la posibilidad de compartir.




Janucáh Saméaj - bendición y fuentes de alegría


Hoy a al atardecer, antes de prender las velas de shabat ( 5:48 en RD) prenderemos la primera vela de nuestra Janukia, durante 8 días prendemos cada día una vela mas que se agrega a las anteriores hasta llegar a 8.

También tenemos otra "vela" que sobresale de las 8 anteriores, una "vela" mas.

Juntas son 9, nueve pequeñas llamas que iluminaran el ultimo día de januka.

Nuestros sabios enseñan que no prendemos todas juntas, sino que día a día agregamos una mas y otra mas y otra mas hasta llegar a completar la janukia,

Por que?

Contestan nuestros maestros... En januka conmemoramos el milagro del aceite en tiempos de nuestro segundo templo, teníamos solamente aceite suficiente para un día, pero duro 8, el ultimo día se completo el milagro, y se reinauguró el TEMPLO de Jerusalem, cada día fue milagroso, pero el ultimo dia el milagro tomo forma de manera que el pueblo de israel pudo volver a poner en funcionamiento nuesto TEMPLO, por eso prendemos una mas cada dia y no todas juntas ya que cada dia el milagro fue mayor...

Nos preguntamos si el milagro duro 8 dias entonces por que finalmente tenemos 9 velas encendidas?

Y la respuesta es por que esa "vela" extra es la mano de ASHEM, de el viene todo y hacia el todo vuelve, el milagro de januka fue una obra orquestada por Ashem, pero no solo el milagro de januka fue orquestado por ashem, cada día de nuestras vidas es un MILAGRO orquestado por el, por eso en tiempos de Januka conmemoramos una ves mas que ashem todo poderoso es quien nos permite tener la posibilidad de iluminar a los demas como el " con su mano" nos ilumina a todo el pueblo de Israel.

Quiera D"s bendito llenar nuestras almas de un poquito de esa luz, nuestras vidas de un poquito de esa luz, nuestras familias de un poquito de esa luz, iluminar nuestro camino siempre y darnos la fuerza suficiente para que nosotros también podamos darla a los demás pueblos del mundo, de esa manera traeremos a MASHIAJ en nuestros días, AMEN.

Que tengamos todos un januka sameaj, y no olvidemos prender la janukia, estemos donde estemos prendamosla a ella y con seguridad ella nos prendera a nosotros.

Abrazos a todos y fuerza a cada IEHUDI, Ashem es nuestro padre y quiere lo mejor para nosotros.





Parashá VAIESHEV


Resumen de la Parashá VAIESHEV
(Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)



El hijo favorito de Iaakov era Iosef, su ben z´kunim ("hijo de la vejez"). Le hizo confeccionar una túnica de seda de muchos colores como signo de distinción y señorío. Esto despertó los celos de los hermanos de Iosef, al punto que llegaron a odiarlo y a no poder siquiera hablarle en tono amable.
Iosef tuvo dos sueños con el mismo mensaje obvio. El odio de sus hermanos se intensificó cuando conocieron el contenido de esos sueños. En el primero, los manojos de espigas de sus hermanos se inclinaban ante el suyo propio, que estaba en medio de ellos. En el segundo, el sol, la luna y once estrellas (representando el resto de la familia de Iosef) se inclinaban ante él. La deducción era que todos los miembros de la familia de Iosef se subordinarían a él. Iaakov le reprochó haber despertado la enemistad de sus hermanos, aunque él personalmente confiaba en que los sueños se harían realidad.
Cuando los hermanos de Iosef estaban vigilando los rebaños de su padre en Shjem, Iaakov lo envió a observar cómo iban las cosas. Al verlo acercarse, los hermanos decidieron que ésa era su oportunidad de complotar para matarlo, arrojar su cuerpo a un pozo y luego encubrir su acto diciendo que había sido devorado por una bestia salvaje.
Reuven sabía que eso era un crimen. Quería salvar a Iosef pero comprendió que los demás hermanos no entenderían sus palabras. No obstante, logró convencerlos de que no mataran a Iosef sino que lo arrojaran vivo en un pozo cercano. "Que no sean vuestras manos las que lo hieran directamente", arguyó Reuven. El se proponía regresar secretamente, más tarde, después de que sus hermanos lo despojaron de su túnica de seda y lo arrojaron vivo al foso, como había sugerido Reuven.
En ese momento advirtieron que se acercaba una caravana de ismaelitas que transportaban especias a Egipto, y a Iehudá se le ocurrió la idea de vender a Iosef como esclavo en lugar de causar directamente su muerte. Los demás hermanos aceptaron este nuevo plan y vendieron al joven a los viajeros ismaelitas por veinte piezas de plata. Reuven, que estaba lejos cuando esto ocurría, regresó al lugar y para su gran pesar no hallo rastro alguno de Iosef. Los hermanos empaparon su prenda de seda en sangre de cabra (que es parecida a la del ser humano) y la llevaron a Iaakov, quien se convenció de que Iosef había sido devorado por una bestia salvaje y lloró su pérdida por mucho tiempo.
Entretanto, Iosef había sido vendido y vuelto a vender muchas veces. Los ismaelitas lo vendieron a comerciantes midianitas, y éstos a Potifar, un funcionario del faraón, en Egipto.
Iehuda, se había casado con la hija Shua, un comerciante, y tuvieron tres hijos. el primero se casó con una mujer llamada Tamar, pero murió poco después del casamiento. El segundo hijo se casó entonces con ella, pero este segundo esposo también murió poco después. Iehuda temía que su tercer hijo muriera también si desposaba a Tamar, de modo que le pidió a ésta que aguardara en la casa de su padre hasta que su hijo menor tuviera edad para casarse con ella. Iehuda estaba sólo postergando el asunto, pues no tenía intención de hacer que el matrimonio tuviera lugar alguna vez. Enterada a través de una profecía de que los reyes de Israel descenderían de Iehuda, Tamar se disfrazó y lo engaño para poder concebir un hijo suyo. Cuando su gravidez fue descubiera, Iehuda -sin saber que era su propio hijo el que Tamar llevaba en su vientre- la condenó a ser quemada. Pero su nuera pudo probar que el padre del niño que iba a nacer era el propio Iehudá. Cuando ella era llevada a la hoguera, le envió a Iehuda bienes personales, diciendo: "Estoy encinta por el poseedor de estos objetos. Iehuda comprendió enseguida y reconoció que era su hijo. Admitió que ella tenía razón, pues él no le había permitido que se casara con su hijo menor, y le perdonó la vida.
Hashem protegía a Iosef y éste tuvo éxito en todo lo que emprendió. Al darse cuenta de esto, Potifar lo designó intendente de su casa. La esposa de Potifar trató de seducir a Iosef, pero él rechazaba sus diarios asedios. Finalmente, ella se sintió ofendida y reaccionó maliciosamente, acusándolo de molestarla, y logró que Iosef fuera enviado a prisión.
Incluso en la cárcel el Señor estuvo con Iosef, y éste encontró gracia en los ojos del guardián, quien lo puso a cargo de todos los prisioneros. Todo lo que ocurría en la prisión era controlado por Iosef. Mientras permaneció allí se puso en contacto con dos funcionarios reales, el copero y el panadero. Ambos habían ofendido a Paró y estaban en prisión aguardando la sentencia. Una noche, cada uno de ellos tuvo un sueño, que reveló a Iosef, y la interpretación que hizo éste fue que el copero sería perdonado por el faraón, pero que el panadero sería ejecutado. Todo ocurrió tal como Iosef había predicho. Pidió, entonces, al copero que intercediera ante el faraón en su favor, pero el funcionadrio olvidó el pedido tan pronto como fue liberado de la prisión.



Vaieishév-Januká «El momento de las almas»
(Extraído de HALEL)


« La vida fluye a través de almas. Cada alma es un grado de conciencia de la Luz Infinita. Así como una idea precisa de una mente y una intención para alcanzar nuestra conciencia, así las almas precisan de la intención de una pareja para manifestarse en u



El alma es una energía, una Luz espiritual proveniente del Kadósh Barúj Hú, el cuerpo es su receptáculo y la intención es la manifestación que expresan los padres a través de su libre albedrío para realizar dicho objetivo. La tradición de Israel llama hijos, tanto a los carnales como a los espirituales, a los discípulos. Hijo es quien da continuidad a nuestra vida corporal y/o espiritual. Por ende la imperiosa necesidad de toda criatura de lograr su descendencia. De esa forma la Luz Infinita toma realidad en el ámbito material sensorial, nuestro mundo, y la cadena de la vida continúa su curso hasta alcanzar su objetivo final: la armonía universal. La Kabalá nos enseña que la armonía universal sólo podrá ser alcanzada cuando todas las almas se revelen y depuren de acuerdo a su potencial particular, y logren así la forma perfecta de relacionarse con sus semejantes y con la Luz Infinita. Esa labor se puede realizar en forma conciente, cuando el ser humano aprehende los principios objetivos que rigen la vida: no asesinar, no robar, no adulterar, y el resto de las mitzvót de la Torá etc. o sea las leyes que lo ayudan a desarrollarse sin distorsionar la ecología espiritual o, a través del sufrimiento cuando actúa ignorando los principios espirituales. De ahí lo sagrado de la vida para el judaísmo y todas las leyes y preceptos-mitzvót que la protegen. La primera mitzvá que aparece en la Torá es la de dar continuidad a la vida, por ello quienes viven de acuerdo a la Torá poseen familias numerosas, ya que cada alma que se manifiesta en este mundo es un eslabón más en la revelación de la armonía universal.Todas las almas tienen su momento y su funciónCuando oscurece y el sol se oculta la lámpara que estaba encendida, que no había despertado nuestro interés, de repente capta nuestra atención, ya que se hace necesaria para ver en la oscuridad. Así cada alma, que es una dimensión de la Luz, al ocultarse cede su lugar y otra se revela. Así son las almas, cada una tiene su momento y su función. Israel amaba a Ioséf más que al resto de sus hijosLa Torá nos relata que Israel amaba a Ioséf más que a todos sus hijos, ya que nació en su ancianidad. En la parashá anterior estudiamos que Israel es el nombre que adquiere Iaacóv cuando alcanza el grado de altruismo que puede ser Luz, influencia positiva, para nuestra «humanidad interior», nuestros instintos, emociones y pensamientos, expandiéndose desde allí al mundo. Israel es la potencialidad del alma que puede alcanzar la Luz infinita y Ioséf la forma de implementarla, que Israel alcanzó en su ancianidad, cuando maduró su sabiduría. Lo primero que se manifiesta en la vida humana es el deseo en forma egoísta y en la medida en que las personas se desarrollan y adquieran sabiduría, comienzan a prever la consecuencia de sus actos. Sabiduría implica comprender objetivamente la realidad sobreponiéndonos a prejuicios, así como también el poder evaluar cada situación más allá del modo en que nos afecta personalmente.¿Qué es racionalidad?Aquello en lo que percibimos la relación causa-consecuencia. Hay relaciones causa-consecuencia que percibimos inmediatamente: me pincho y siento dolor; otras que demoramos más en percibir su efecto: una alimentación incorrecta y una forma de vida insana conducen a malestar y/o enfermedad. Pero existen relaciones causa-consecuencia aun mas lejanas como lo vemos en la ecología, en la educación, etc. Cuanto más distante es la relación causa-consecuencia que logramos percibir mayor será nuestra conciencia de la realidad. Este conocimiento es en última instancia el que determina la escala de valores de un individuo y una sociedad. La conciencia que alcancemos del objetivo final es lo que va a fijar las pautas de nuestro comportamiento.Ioséf y la revelación de la LuzIoséf desciende a Mitzraim-Egipto, Mitzraim proviene del vocablo hebreo limitaciones - meitzarím. A través de Ioséf todo Israel, el alma, descenderá a Egipto, las limitaciones, con el objetivo de revelar Luz. Cuando el ser humano enfrenta situaciones límites revela nuevos aspectos de su potencial. Ioséf representa la potencialidad de Israel de revelar Luz en donde aparentemente hay oscuridad. El alma es introducida en la Creación con el objetivo de tomar conciencia de la Luz Infinita que produce la armonía universal. Tanto en la época de los Macabeos como en cada uno de los período de la historia y en el presente nos enfrentamos a ese desafío. En cada época la oscuridad adopta otro modo de manifestación lo cual nos exige una forma aun más contundente de revelar Luz.Mecánica creativaLa naturaleza funciona en base a principios objetivos, por ejemplo: primero sentimos que tenemos hambre luego comemos, primero sentimos que algo nos falta luego deseamos conseguirlo. El sufrir, el mal, nos hace desear la plenitud, el bien. Esta es la percepción sensible, que evalúa lo inmediato sin discernir la consecuencia de nuestros actos. Al obviar la interacción de la percepción sensible con la inteligible conduce, en última instancia, a una percepción parcial de la realidad, ya que las decisiones que se toman no consideran integralmente las consecuencias a largo plazo. Es la concepción griega de la realidad, como la de muchas otras culturas y corrientes filosóficas basadas en el efecto que producen las impresiones sensoriales, emocionales e intelectuales desligadas de la realidad espiritual. En vez de ayudar al hombre a entender la vida como un todo lo conduce a una ruptura y división entre los planos emocionales e intelectuales del plano espiritual, ética-estética, arte-ciencia, espíritu-materia, etc. Todo ello genera una percepción de la realidad en la cual el hombre tiende permanentemente a adaptar y justificar la realidad a sí mismo, lo que genera un estado general de impaciencia e intolerancia con respecto a la necesidad y comprensión de su semejante, dado que la realidad deja de ser objetiva, todo depende de cómo yo entiendo y siento momentáneamente lo que son las cosas y no cómo las cosas son realmente. Esta percepción parcial de la realidad induce al hombre, y por ende a la sociedad a subjetivizar su comprensión. La cultura griega estableció las bases de todo el pensamiento occidental. Para dicha filosofía, como para el positivista occidental moderno quien sólo admite el método experimental y rechaza toda noción a priori y todo concepto universal y absoluto, su cultura era y es la única posible.La ToráLa sabiduría de la Torá, como la de cualquier otra forma de conocimiento, es efectiva cuando la llevamos a la práctica y no cuando sólo queda en el plano ideal. Por dicha razón el estudio de la Torá como una forma de conocimiento conceptual, una filosofía, no fue prohibido por los griegos, sino que lo prohibido era el estudio que llevaba a la práctica. Los griegos conocían sólo la filosofía, por eso cuando se trataba de lo verdaderamente espiritual, el bien colectivo, el altruismo, todo quedaba en el plano conceptual y abstracto: lo bello, el bien, etc. En cambio, cuando se trataba de justificar sus deseos eran muy prácticos. La conclusión a la que arribaron fue que sin prohibir la práctica de las mitzvót no cabía la posibilidad de que los judíos se asimilen a su cultura. Al no poder quebrar el espíritu de nuestro pueblo, dado que el judaísmo está basado en una educación que fortalece constantemente la voluntad altruista y comprendiendo que nuestra vida estaba y está basada en un comportamiento diario (mitzvót) y no sólo en pensamiento abstracto separado de la acción, prohibieron mediante pena de muerte a todo «transgresor», el cumplimiento de 3 mitzvót:1) Shabat.2) La conmemoración del comienzo de cada mes en el Templo (Rosh Jodesh).3) La circuncisión.Mediante el cumplimiento del Shabat y el comienzo del mes (Rosh Jodesh) el hombre se libera de la tiranía del espacio, el materialismo y la mecanicidad del tiempo.Mediante la circuncisión y la limitación sobre sus instintos, el hombre se libera de la tiranía de los deseos inferiores y egoístas.El desafío de JanukáLa Torá nos des-cubre las leyes que rigen los diferentes planos de la Creación sólo cuando confrontamos lo que estudiamos con el desafío de llevarlo a la práctica. Sólo así el hombre libera su mente de la especulación sin objetivo. Son precisamente las mitzvót, esas acciones concretas las que liberan el alma de la soberanía de la materialidad a la cual el sistema politeísta y filosófico griego induce.El verdadero desafío al cual Januká nos enfrenta fue el mismo al cual se enfrentaron Abraham, Itzják, Iaacóv y Iosef, así como todos los verdaderos profetas y sabios judíos de siempre: la superación del egoísmo y por ende la especulación mental que sólo tiende a justificarnos constantemente. La Torá y las mitzvót le brindan al hombre un sistema que lo entrena una y otra vez, desde todas las perspectivas posibles, a transformar sus instintos, emociones, pensamientos y deseos en altruismo para que alcance la Luz Infinita que revela la armonía universal.





domingo, diciembre 10, 2006

Parashá VAISHLAJ


LA FRASE DE LA SEMANA

“No soy digno de toda la misericordia... que Tu has hecho” (Bereshit 32:11).

En hebreo “no soy digno” también puede traducirse, “me he empequeñecido”. Iaakov nuestro Patriarca dijo: La gran misericordia que Di-s ha hecho para conmigo me ha causado sentirme más pequeño y humilde. La misericordia que Di-s muestra a la persona lo trae más cerca de Di-s, y cuanto más cercano uno está a Hashem, más humilde se vuelve. (Tania)


Ya llega Januca y en el ser judío penetran las energías de Iluminación y Milagro emanadas desde la festividad. Al prender las 36 velas de Januca por un periodo de 8 días, en cada hogar judío experimentamos una sensación muy especial, el encendido de la luz y llama interior.
Podemos sentarnos horas a contemplar embelesados la llama de Januca.

Es luminosa, cálida, apacible, delicada pero sobre todo es espiritual, aunque no sepamos de qué modo lo es. Una gota amarilla de luz enlazada con rojo, un brillo blanco por los bordes, y un azul en su centro.

Pero en verdad, no vemos todos estos colores hasta tanto no nos ponemos a detallarlos: la llama en si es un todo perfecto integrado, que emana calma, tranquilidad y paz.

La llama esta conformada por un conjunto de fuerzas que empujan en direcciones opuestas así como el alma judía que es también una colisión de fuerzas divergentes y anhelos contrarios. “El alma del hombre es la vela de D-os” (Proverbios 20:2)”

Janucá es un proceso de transformación espiritual con el que, a través del encendido acumulativo de las velas, treinta y seis en total, se revela la luz de la creación. El Talmud explica que esa luz iluminó a Adam y Eva durante 36 horas: desde el viernes en la tarde hasta final del sábado, tiempo en el cual Adam pudo visualizar el mundo de un extremo a otro. Durante ese lapso, la luz primordial, es decir la sabiduría intrínseca del propósito de la creación y la verdad, estuvo a disposición del ser humano.

Sin embargo, esa luz fue escondida con el propósito de que fuera la propia Creación la que tuviera que develarla por medio de sus acciones, y a la vez se manifestara la superación de la oscuridad por el esfuerzo humano. Esa intensa luz se ocultó del universo para revelarse en un tiempo aún por venir.

Desde entonces añoramos esa luz, la buscamos y perseguimos a través de la plegaria, el estudio y la meditación. No obstante en nuestros momentos más oscuros podemos acceder a esa memoria nacida en esas treinta y seis horas en las que la humanidad como un todo, vivió imbuida de esa luz.

El Midrash se pregunta dónde se encuentra oculta esa luz y a la vez responde “en la Tora”. A través de su resplandor podemos experimentar la sabiduría, el propósito y el objetivo de la creación.

Durante los ochos días de Januca y con nuestra acción nuestro mundo dispone de la luminosidad de esa luz gloriosa.



Parashá VAISHLAJ

Resumen de la Parashá VAISHLAJ
(Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

En el viaje de regreso a su hogar, temiendo por la seguridad de su familia, Iaakov envió mensajeros al hermano con una propuesta conciliatoria, pero ellos volvieron con la noticia de que Eisav se estaba aproximando con cuatrocientos hombres armandos. Iaakov temía ahora que Eisav tratara de llevar a cabo su intención de matarlo (ver parashat Toldot). Preparándose para lo peor, dividió a la gente y sus bienes en dos campamentos. De esta forma, si un campamento era atacado, la gente del otro tendría oportunidad de escapar. Iaakov eligió ese momento de gran temor para rogarle a Hashem que lo salvara de las manos de su hermano. También envió a Eisav una cantidad de valiosos regalos, confiando en apaciguarlo.
Iaakov llevó a sus esposas e hijos y los ayudó a cruzar el vado de Iabok. Luego supervisó el paso de todas sus pertenencias. Cuando se disponía a cruzar aparecío un individuo que comenzó a luchar con él, y ambos estuvieron forcejeando hasta la madrugada. Este individuo, que según explican Jazal, era, efectivamente, el ángel que represtna a Eisav y sus descendientes en el cielo, no pudo vencer a Iaakov, pero consiguió herirlo en un muslo. Iaakov logró sujetarlo y rehusó liberarlo hasta que recibiera de él una bendición. Su deseo le fue concedido: el ángel lo bendijo y le aseguró que de allí en adelante sería conocido por el nombre de Israel. Este cojeaba al alejarse del lugar en que había tenido lugar la lucha. Es por esta razón que hasta hoy en día no comemos el guid hanashé (tendón del muslo) de ningún animal.
Cuando Iaakov vio a Eisav aproximarse junto con sus seguidores ubicó a cada hojo cerca de su respectiva madre. Primero fueron Bilha y Zilpa y sus hijos. Luego, Lea y sus niños y, finalmente, Rajel y Iosef. El propio Iaakov se acercó a Eisav al frente de su familia, inclinándose siete veces durante el camino. Fue entonces cuando courrió un milagro. Eisav, al contemplar toda la escena y ver a Iaakov haciendole reverencia, se sintío muy conmovido, corrió hacia su hermano y lo besó. Los dos comenzaron a llorar: la promesa de D-s sobre la seguridad durante el viaje de regreso se había cumplido.
Iaakov se seaparó del hermano y llegó a Shjem. Allí compró tierra, alzó su tienda y construyo un altar en agradecimiento al Señor.
El príncipe de Shejem secuestró a Dina y la obligó a vivir con él. Ninguno en Shjem protestó por esta conducta inhumana. Shimón y Leví fueron a la ciudad, rescataron a su hermana y luego castigaron al culpable, a todos los cómplices y a los que habiendo podido ayudar a Dina, no lo hicieron.
Por mandato de D-s, Iaakov regresó a Bet-El, donde construyó de nuevo un altar como expresión de gratitud al Señor, Quien se le apareció y le renovó Su promesa de darle la tierra a él y a sus descendientes. Iaakov vertió luego vino y aceite sobre el altar que había erigido en su viaje a la casa de Laván (ver parashat Vaietzé).
Cuando la familia hubo abandonado Bet-El y estuvo cerca de Bet-Léjem, murío Rajel al dar a luz a Biniamin. Fue sepultada allí y Iaakov erigió un monumento sobre su tumba. Finalmente, Iaakov llegó a Jevrón, donde se reunío con su padre. Itzjak murió a la edad de ciento ochenta años y fue sepultado por sus hijos Eisav y Iaakov.
Eisav se había convertido en un hombre muy rico y no había suficiente tierra en Canaán para sus rebaños y los de Iaakov. En consecuencia, Eisav se reasentó con su familia en el monte Seir, en Edom, una tierra que sus descendientes habitaron por muchos años.



Respuestas a las circunstancias
Autor: Pynchas Brener

La narrativa de la Torá describe la competencia entre los actores de la historia, especialmente dentro del seno de la familia. Ya en Bereshit, tropezamos con la rivalidad entre Kayin y Hével, rivalidad cuya esencia no está reseñada. De acuerdo al Midrash, ambos eran poseedores de tierras y ganado. Cada uno quería que el futuro Beit HaMikdash sea construido en su parcela y por ello se dio la contienda a muerte.
La competencia adquiere una modalidad diferente en el caso de Avraham y Lot, su sobrino. Esta vez, el problema tiene un carácter económico porque el abultado ganado de ambos con el requerimiento de un pasto suficiente, les impide permanecer juntos y deciden separarse. Lot opta por unos fértiles valles, no obstante que sus habitantes tienen una conducta inmoral. Allí estaban las ciudades de Sedom y Amorá.
Los hijos de Avraham tienen personalidades muy diferentes y no pueden convivir bajo el mismo techo. La esposa Sará asegura que su hijo Yitsjak no comparta el hogar con Yishmael, hijo de la concubina Hagar e insta que se le exile del hogar paternal.
En este mismo sentido encontramos que Yaacov y Esav tampoco pueden compartir el hogar paterno. Son dos individuos diferentes. Esav es el hombre del campo y Yaacov es un joven introvertido y estudioso. En este caso los personajes dejan de tener un carácter lineal y simple, se da comienzo a la complejidad.
Esav es un cazador, hombre del campo, sin embargo es muy respetuoso de los padres y permanece en el hogar paternal, mientras que Yaacov huye y se refugia en el hogar de su tío Laván. ¿Por qué tuvo que abandonar la tierra de Canaán? Porque Yaacov es un personaje que tiene que resolver conflictos internos. Utilizó el engaño para obtener la bendición paterna, hecho que produjo la ira de su hermano primogénito Esav quien, como venganza, expresó la intención de asesinarlo.
Con todo intento didáctico, la Torá relata que Yaacov fue el blanco del engaño también, pero a manos de su tío Laván, maestro del embuste de acuerdo a los jajamim. Aunque enamorado de Rajel, a través de una artimaña se encontró casado con la odiada Leá, la hermana de Rajel. Para un mayor énfasis didáctico, Leá da a luz a seis hijos, hecho muy apreciado e importante en una sociedad agrícola, mientras que la amada Rajel tiene dificultades para concebir.
Después de dos décadas de ausencia, Yaacov decide retornar a la tierra ancestral, pero sabe que tendrá que enfrentar primero la ira de su hermano Esav, no obstante el lapso transcurrido. En el encuentro filial, Esav da una muestra de hermandad, abraza a Yaacov y lo invita a compartir las bondades de la Tierra Prometida. Pero en un revivir del episodio entre Avraham y Lot, la abundancia del ganado y los bienes de ambos, impide que compartan la misma tierra. Yaacov le había brindado un sinnúmero de piezas de ganado a Esav, quien ahora necesita una expansión significativa de sus campos, donde otros rebaños no competirán por el mismo sustento.
En el desenlace de los episodios mencionados, sale a relucir una diferencia importante acerca de los valores de estos personajes. Kayin está dispuesto a solucionar el problema, incluso a través del asesinato de su hermano, porque piensa que por ser el primogénito debería tener la primera opción para la ubicación de la futura Casa de Dios en su territorio.
Yishmael se siente rechazado por Avraham y no intenta la reconciliación porque su orgullo ha sido vulnerado. Es un cazador y un hombre del campo, que sólo retorna al hogar paternal después de la muerte del patriarca para participar en su entierro.
Esav permanece al lado de sus padres, especialmente durante el largo período de ausencia de su hermano mellizo Yaacov. Pero por motivos netamente materiales abandona la Tierra Prometida y se radica en Seir, que es la tierra de Edom.
La continuidad del judaísmo no podía depender de personajes que en momentos críticos estuvieran dispuestos a tomar un rumbo diferente para responder a situaciones circunstanciales. Las enseñanzas de los patriarcas tenían que ser interiorizadas con profundidad para que sus descendientes no se desviaran del sendero trazado, incluso bajo las circunstancias más adversas. Tal vez, ese es el mensaje que los jajamim desean destacar en su interpretación del versículo: Im Laván Garti, “residí con Laván”. Señalan que la palabra “Garti” es equivalente al vocablo “Taryag”. Son las mismas letras hebreas, pero en un orden diferente. La moraleja es que incluso en el hogar de Laván, Yaacov no olvidó las “Taryag Mitsvot”, su comportamiento fue acorde a las enseñanzas de Yitsjak.